Sofi Cantilo

El martes a las 0.30 murió mi Papá. A pesar de que estaba grande, lo cierto es que nada me preparó para el dolor que siento. Yo tenía una relación muy especial con el, éramos muy cercanos. Quizás porque yo era la única mujer (y con un Edipo incontrolable), o quizás por la diferencia de edad que tengo con mis hermanos, que me hace la "niña mimada" de la familia.
A partir de ahí, solo conozco dos estados: un llanto incontrolable, o estar como una opa, sin reaccionar, sin entender, escuchando mas no comprendiendo... Y no se cuál es peor.
Cuando ya había pasado todo, y estábamos aún en la clínica, creo que le dije a uno de mis hermanos, que necesitaba irme a correr. A eso de las diez de la mañana, sin haber dormido, me cambie y me fui. Fue absolutamente maravilloso. Fueron 2 hs de claridad mental, de conexión intensa con mi Padre, con mis recuerdos. Sí, de a ratos aparecía ese nudo en la panza y esa mano que me oprime la garganta, pero miraba hacia adelante, apretaba el paso, y todo se iba aflojando, y volvía la paz.
En estos días horribles, de ritos eternos, llamados y confusión, el valor que tiene el running es altísimo. Ese rato sola, en movimiento, permitiéndome sentir y tratando de procesar, es lo único que me tranquiliza. Termino renovada. Después golpea la realidad y se va todo al diablo, pero al menos tuve ese momento.
Hay gente que va superando de día en día. Yo lo voy haciendo de corrida en corrida...

Categorias:

6 Responses so far.

  1. Anónimo says:

    no te conozo... pero reconozco en tus palabras ese lazo al que no puede llegar nadie, que solo conoces vos.... mira, nunca tuve un papa presente, pero los pocos minutos en que aparecia eran magicos... y lo necesite siempre... pero revive en cada simple recuerdo... como cuando me compraba 2 porciones de pizza y una coca .. porque no tenia mas plata.... (y yo desconocia eso) .. o como cuando le decia que queria tomar clases de piano... ni imaginaba que el no podria costear eso... Hoy con casi 50 añós... no lo tengo pero lo traigo con algún recuerdo y eso solo lo siento yo.
    te mando un beso, Silvia

  2. Cada vez que brilla el sol tu viejo te está sonriendo! Y el sol brilla las 24 horas, siempre, por más nublado que esté, por más lluvia que caiga! arriba ese ánimo :) Fuerza!

  3. Anónimo says:

    Hace mas de 20 anios, a mis primeras carreras de 10K me llevaba mi papa. Le gustaba verme en varias partes del circuito, iba con su Falcon siguiendo el peloton, a mi causaba gracia, le preguntaba por que hacia eso porque me lo encontraba en diferentes puntos de la ciudad cuando menos lo esperaba. Para mi era mas facil para el esperarme en la llegada, pero el me queria ver. Hace 17 anios que ya no lo tengo, pero cuando hoy corro, imagino que esta por ahi, espero encontrarlo mirando con su sonrisa viendo pasar, por esas mismas esquinas que luego de tantos anios puedo seguir recorriendo con mi running. Tambien me ayuda correr, para dejar atras los dolores que te da la vida, para encontrar el equilibrio que necesito y para tenerlo siempre presente a mi papa, esperandome pasar en alguna esquina. Un abrazo muy fuerte de parte de toda la comunidad running, siempre vuelve a salir el sol....

  4. Anónimo says:

    fuertes palabras sofi pero muy ciertas y emocionantes a la vez la unión entre tus dos pasiones es muy hermosa.

  5. Anónimo says:

    Excelente relfexion. No te conozco, pero te felicito por volcar tus palabras para todos los que nos gusta correr y algún momento pensamos en los que no estan pero nos dan fuerza en seguir corriendo todos los dias.

  6. Unknown says:

    Me cuesta mucho hablar de esto. Les agradezco sus experiencias y comentarios.

    Silvia, desde que leí tu comentarios, pienso mucho en tu historia, en que quizás fueron esos roble más económicos también los que hacian que tu padre estuviese alejado... No se. Pero que lindo que tengas el recuerdo de esas porciones de pizza con coca!

    No se tu nombre, pero mi Papa nunca me vio correr, y me hubiese encantado que lo haya hecho. Por suerte, tengo un millón de recuerdos lindisimos con el, porque fue un padre súper presente y, como dije en el post, teníamos una relación súper especial. Pasan los días, y hay más cosas que me gustaría decirle y, lejos de ser más fácil, cuesta más. Cálculo que en un momento me acostumbrare.

Leave a Reply